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Todos deberíamos de ser artistas

Una charla con Sergio Villarreal (Segunda parte)
Yo pensaría que todos los seres humanos tendríamos el compromiso de ser artistas, dedicáramos a lo que nos dedicáramos. Un médico, un ingeniero, un arquitecto, un contador, un albañil, un chofer… cada uno de los oficios, de las profesiones, debiese estar siempre acompañada de una gran dosis de cultura estética, de esa sensibilidad que tienen los niños para percibir la realidad, para hacerla suya, y que luego se nos olvida. Si seguimos nosotros cultivando esa sensibilidad, si nuestros padres, nuestros abuelos nos dicen que tenemos que seguir practicando el arte como una forma de adueñarnos de la realidad para conocernos más a nosotros mismos y para conocer más a los otros, para tener un conocimiento más pleno de todas las personas que están cerca de nosotros, y de los que están lejos de nosotros también. El arte es una de las herramientas más ricas y más plenas con la que podemos contar.

La educación de los niños es una cosa importantísima que siento que en esta época de crisis económica, crisis de credibilidad en nuestros políticos, en nuestros maestros en ocasiones, y de algunos profesionales a los que tenemos que acudir, en esta época de crisis siento que la sensibilidad agudizada que pudiéramos tener todos nosotros nos podría hacer que estemos mas unidos, que nos podamos entender mejor. En la preparación de nosotros como seres humanos no necesitamos nada más la información. Hay gente que en ocasiones puede ser culta porque tiene mucha información, pero para ser sabio hay un tramo que hay que pasar. Para llegar a la sabiduría siento que debemos tener otros elementos que pueden ser la sensibilidad estética y el sentido del humor. Yo siempre he pensado que el sentido del humor es una de las herramientas que podríamos tener en nuestro haber a nuestro alcance para salir al paso de muchas situaciones conflictivas en la vida, de poder darle una cara humorística a todo lo dramático que sucede. Hay quienes han dicho que cuando nosotros nos quejamos dramáticamente de algo nos vemos cómicos, es decir, que todo drama personal se convierte necesariamente en una comedia.

Hay tantas cosas que podríamos ver acerca de la educación que nos hacen mucha falta para que podamos crecer como individuos, como personas. Tenemos que acercarnos al humanismo. Es una obra muy basta la de Alfonso Reyes la cual no conozco en su totalidad, pero por lo poco que he leí de Reyes uno de los pensamientos centrales que nos dice es que la ciencia y la tecnología siempre deben estar unidas a las humanidades, a las artes, que no puede haber un Ingeniero que solamente sea Ingeniero, sino que también tiene que ser un humanista. Y así un zapatero, y así un albañil, tienen que hacer precisamente esa labor de su profesión junto a una carga humanista, junto a una carga estética, una carga que nos da sensibilidad para entender y comprender lo que es la materia, y lo que es el espíritu humano.

Cuando me preguntan ¿Qué es pintar? yo les contesto que es muy sencillo: es transformar una materia muerta en una materia viva. En eso consiste pintar. Yo compro unos tubos de pintura, unos pinceles, tomo un cartón, tomo una tela, le doy una preparación a esa tela, y me pongo a pintar con aquellos pinceles y aquella espátula tomando colores en una paleta, mezclando aquellos colores y depositándolos paso a paso sobre esa superficie pictórica. Pues bien, en ese proceso aquellos materiales inertes, aquellos pobres materiales, yo tengo el compromiso como artista de irlos enriqueciendo, de irlos haciendo vibrar. De aquellos tubos de colores escurro un chopito de color en la paleta, y al irlos mezclando tienen que ir tomando vida propia, a tal grado que cuando yo termine la obra, esa obra tenga una vida palpitante que cautive los ojos de la gente que se acerque a ella. Tiene que ser una obra que capture, que aprecie, aquellas miradas, y que a la vez esa obra se va enriqueciendo con las miradas que van quedando depositadas en ella, pero a la vez esa pintura debe necesariamente enriquecer la mirada de quien la observa, el espíritu. El ser humano debe ser completamente diferente después de ver una obra artística, después de leer una novela, después de leer un poema, después de presenciar una obra de teatro, después de escuchar a Bach, a Beethoven, a Mozart, el hombre transforma para mejor. El hombre crece con el arte.

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