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La belleza y el arte


A lo largo de la historia, los filósofos se han ocupado de la difícil tarea de definir los conceptos de arte y de belleza, sin embargo, después de varios siglos, aún tenemos definiciones muy variadas y contradictorias. Consultando algunos de estos filósofos, encuentro entre sus definiciones propuestas que, se considera a la belleza como un sentimiento y que su percepción involucra a más de uno de nuestros sentidos.

Es precisamente esta sensibilidad que posee el hombre hacia la belleza lo que da pie al surgimiento del concepto de arte, convirtiéndose en un acto sin ningún tipo de finalidad práctica, y cuyo único propósito es expresar lo que se produce en el alma a partir de esta contemplación. En las palabras de Georg Lukács, el arte es “un modo de manifestación de la autoconciencia de la humanidad”.

Desde hace tiempo, los científicos realizan investigaciones en torno a este tema, y aunque su principal propósito es el entendimiento del funcionamiento del cerebro humano, su inspiración para el estudio de nuestra percepción surge de los controvertidos discursos de filósofos y artistas acerca de la naturaleza de la belleza.

Platón, por ejemplo, la relaciona con lo sensible, pues mediante el ejercicio de su contemplación entramos en contacto con el mundo que nos rodea. La concibe además como el camino que debe seguir el alma para elevarse hacia un estado de bienestar y alcanzar de esta manera la revelación de la verdad.

Aristóteles completa esta definición y califica "las cosas bellas como aquellas que son valiosas por sí mismas, independientemente de su utilidad, y que nos agradan". Habla además de cualidades estéticas como "relación armoniosa entre las partes, simetría, proporción entre las partes y adecuación del conjunto a su magnitud". 

Más adelante, Immanuel Kant, famoso filósofo de la Ilustración, trabajaría en la clasificación de los juicios sobre la belleza, estudiando la manera en que el ser humano la percibe. A esta clasificación de juicios le llamó gusto.  En su trabajo acerca del juicio estético define lo bello como "aquello que produce una satisfacción desinteresada, que place universalmente, que no requiere la representación de un fin".

La noción que tenemos hoy en día sobre la belleza parece distar mucho de las definiciones propuestas por los grandes pensadores y filósofos de siglos atrás. Los estándares de belleza parecieran estar globalizados, convirtiéndola en un sentimiento cada vez más ajeno al ser humano, tratándola incluso como un concepto superficial e incluso comercial.  Ante esta situación, se suele etiquetar la belleza como un concepto subjetivo, sin embargo, pienso que esta condición de subjetividad, más que referirse al derecho de cada individuo a tener sus propios gustos, defiende el sentimiento que surge de la contemplación de algo bello como experiencia personal, y que, sin importar sea cual sea el objeto nos produce este sentimiento (el cual puede ser desde una obra de arte, un paisaje o un rostro) todos los seres humanos poseemos la inherente capacidad de experimentarlo.

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